FAQ
Preguntas Frecuentes
La diferencia entre Microblading y Micropigmentación está en varios aspectos:
- El tipo de instrumento utilizado para realizar el tratamiento
El microblading es un método manual, por lo tanto se utiliza un mango o pluma estéril al que se le van poniendo agujas desechables especificas según el efecto deseado. El movimiento de la pluma y la velocidad de las agujas lo establece la mano del técnico a la hora de trabajar. En el caso de la micropigmentación se utiliza un dispositivo digital o máquina, en la que el dermógrafo está conectado a una fuente de alimentación. El técnico puede establecer, antes de empezar, la velocidad a la que va a trabajar. - Profundidad y duración del tratamiento
Teniendo en cuenta que en ambos casos la presión/profundidad a la que se trabaja depende de la mano y experiencia del técnico, el microblading suele ser un trabajo un poco más superficial, por lo tanto su duración es inferior (hasta 12 meses) que la micropigmentación (en muchos casos hasta 24 meses). - Definición y trazo en la técnica del pelo a pelo
Con ambas técnicas se pueden conseguir varios resultados: que se trate de pelo a pelo o sombreado, el microblading y la micropigmentación permiten realizar ambos efectos e incluso combinarlos. Personalmente si la clienta está buscando un efecto sombreado, le aconsejaría la micropigmentación, puesto que además de durarle más, sería menos traumático para la piel. En el caso del pelo a pelo, al revés, aconsejaría el microblading porque los pelitos suelen quedar más finos y curvados, por lo tanto visiblemente más reales. - Tipos de pigmentos
En ambos casos se utilizan pigmentos específicos: en al caso de la micropigmentación suelen ser más líquidos, en el microblading más densos y cremosos.
Hay algunos casos en los que se puede poner en riesgo la salud del cliente, por lo tanto es necesario conocer su estado físico antes de concretar un tratamiento.
No son candidatos ideales los clientes que:
- Toman medicamentos anticoagulantes o alcohol puesto que sangrarían más de lo normal.
- Tienen diabetes y dependiente de la insulina, debido a que puede causar una mala cicatrización.
- Tienen alergias a algunos de los materiales utilizados para el tratamiento (por ejemplo a los pigmentos, latex de los guantes, etc…).
- Mujeres embarazadas o en la fase de lactancia.
- Personas con un sistema inmunitario muy débil debido a la quimioterapia o procesos similares. Es recomendable esperar, al menos, un año después de la última sesión.
- Personas con queloides o marcapasos.
- Pacientes con enfermedades inflamatorias de la piel en el área prevista, por ejemplo acné, eccema, rosácea o dermatitis. En estos casos se aconseja tratar antes el área con tratamientos dermatológicos.
En muchos casos los clientes me contactan porque buscan soluciones para ocultar zonas sin pelo o cicatriz. En general no hay ningún inconveniente en trabajar sobre cicatrices atróficas, de un año de edad y que no presenten un color rosado o borde oscuro. Pero igualmente no es fácil asegurar una buena y duradera retención del color ya que la composición interna de la piel dañada no es visible a simple vista.
Las 24 horas previas al tratamiento hay que evitar excitantes (como té, café, bebidas con cafeína o teína) aspirinas, alcohol, vasodilatadores. Una semana antes no se aconseja tomar el sol, rayos U.V.A. ni realizar ningún tratamiento facial agresivo.
Hay que evitar la exposición directa al sol, la aplicación de polvos cosméticos, maquillaje y cremas con agentes activos sobre las cejas (de 8 a 10 días). También hay que evitar piscina, ejercicio con sudoración excesiva, tratamientos cosméticos, solárium, saunas, peelings o similares.
El tipo de cuidado aconsejado depende de la piel del cliente; hay casos en los que recomiendo un cuidado “en seco” (sin hidratación), y otros que al revés necesitan una buena hidratación.
El proceso de curación suele finalizarse al cabo de 28/30 días. Por lo tanto a partir de la 4/6 semana después de la primera sesión es posible realizar el retoque.
En general durante el proceso de curación, el cliente pasa por diferentes fases que se pueden resumir así:
Día 1 – el cliente puede experimentar alguna inflamación en el área que normalmente se resuelve poco después del tratamiento. Las cejas aparecen hasta un 50% más oscuras.
Día 2/3 – durante estos días se puede apreciar una pequeña costra en las cejas. Los clientes pueden experimentar un leve picor en la piel, cuando comienza el proceso de curación. Es fundamental que el cliente no se rasque ya que puede afectar a la retención del pigmento.
Día 4/7 – Es normal que durante estos días se produzca descamación en las cejas.
Día 8/28 – El pigmento vuelve a la superficie y el color se intensifica.
En el caso, que con anterioridad, un cliente se haya sometido a una micropigmentación, habrá que valorar que técnica sería más adecuada según el estado actual de su piel y la saturación del color que lleva en el momento de la consulta.
Esta técnica suele durar hasta 1 año. La duración depende de muchos factores como el tipo de piel, la frecuencia de la exposición al sol, la edad del cliente, y los muchos tratamientos faciales que regeneran la piel (peelings químicos, ácido glicérico, micro-dermoabrasión, tratamientos láser, meso terapia etc…). Estos son algunos de los factores que más influyen. Está claro que también la técnica utilizada, la calidad de los pigmentos y el tipo de aguja influyen sobre el resultado final.
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